"Hola Chicos, quiero empezar por decirles que este país es más de ustedes que mio o de cualquier otro adulto porque el país somos nosotros, la gente, somos TODOS, y los otros adultos y yo ya estamos contaminados por cosas malas como la envidia y el egoísmo, y se nos olvido que el país somos TODOS.
Tu corazón aún es bondadoso, puro y genuinamente generoso. Quieres y te preocupas por tus amigos, tu familia, tu mascota y te preocupas sinceramente por los extraños desvalidos que ves en la calle. No dejes que ninguno de estos seres se vuelva invisible para ti mientras creces, pues esa invisibilidad es la que destruye la solidaridad y si la solidaridad se destruye, desaparecerá la palabra “TODOS” y si desaparece esa palabra ya no hay país.
Por eso el país es tuyo, tu genuino
interés en los demás es lo que lo construye y deberíamos ser
nosotros, los adultos, los que hemos arruinado la palabra “TODOS”,
quienes celebremos y alimentemos tu espíritu de generosidad.
Exígenoslo, con fuerza y determinación, pues el tiempo también nos
vuelve sordos y testarudos.
No subestimes tu poder, no dejes que
nadie subestime tu poder. Si lo permites te volverás invisible y ese
es el alimento del egoísmo que hará que los demás sean invisibles
para ti. Eso fue lo que nos ocurrió a los adultos; nos enseñaron
que el niño no habla cuando el adulto lo hace; nos volvieron
invisibles y lo hicieron tantas veces que ahora nos parece normal
ignorar las necesidades y los sueños de los demás, incluso los
propios.
Así que grita muy muy fuerte para ver
si logras despertar a nuestro niño interior, un niño solidario como
tu, que te garantice un mundo en donde no se hable sobre si se debe
perdonar, sino un mundo en el que se perdone."
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