Nunca digas que se te arruga el corazón – Serie: La inteligencia emocional (Parte ocho)

Es muy probable que a lo largo de tu vida, en algún momento hayas sentido “mariposas en el estómago”, que “estas espichado” o que “se te arruga el corazón”. Es muy normal que intentemos describir nuestros sentimientos con eufemismos pues nunca fuimos educados para reconocerlos y describirlos apropiadamente y esto redunda en sentimientos y conductas que afectan nuestra vida.


Utilizar este tipo de expresiones nos libera de tener que identificar y reconocer nuestros sentimientos de manera certera y adecuada con el fin de no confrontarnos directamente con aspecto de nosotros mismo que no queremos ver o que no queremos reconocer, y a la vez nos estamos negando la posibilidad de reflexionar sobre ellos para poder acceder a un proceso de autorreparación y crecimiento personal.

Teniendo en cuenta esto, resulta de mucha importancia que aprendamos a reconocer y nombrar nuestras emociones y sentimientos y que busquemos enseñar esto a nuestros hijos gracias al entendimiento de la conciencia emocional.

El objetivo de la Conciencia emocional es poder identificar los sentimientos, sus detonantes y las respuestas que estos generan, sin la intención de reprimirlos, sino de encausar su fuerza motivante hacia escenarios más positivos que se alineen con nuestros valores, deseos y metas.

Para desarrollar la conciencia emocional es importante desarrollar una serie de pasos:

Conocer las emociones y lo que significan

Es importante que enseñemos a nuestros niños y que nosotros mismo aprendamos sobre las distintas emociones, sus verdaderos nombres y lo que implican en lo que sentimos; que es la tristeza? que es la ansiedad? Que es el miedo? Esta son el tipo de preguntas que nos debemos responder inicialmente, pues si no se tiene un punto de referencia conceptual no va a ser posible que identifiquemos una emoción en el momento de sentirla. A continuación les comparto un vínculo muy útil para este paso http://www.las-emociones.com/lista-de-emociones.html

Identificar las emociones en sí mismos

Al conocer lo que significan e implican las emociones, será factible que nosotros y nuestros hijos identifiquemos en nuestro propio ser los sentimientos. El desarrollo asertivo de esta capacidad se evidenciará en el desarrollo mismo del niños.

Los niños pequeños, de 2 años aproximadamente, que están apenas aprendiendo sobre el mundo y sus significados, no poseen aún la capacidad verbal y cognitiva para identificar y manifestar sus necesidades, incluidas las emocionales, y la forma más rápida que encuentran para satisfacerlas es el berrinche.

De tal forma que, si educamos a nuestros hijos en las emociones, la primera señal de que se está desarrollando saludablemente en la conciencia emocional, será su capacidad de expresar sus necesidades de manera verbal, de tal manera que se entrará en una negociación en lo que antes hubiera generado conflicto (En otras entradas ahondaré específicamente sobre las pataletas).

A medida que crecen irán ampliando su repertorio con respecto a la identificación de emociones más complejas y las gradaciones o intensidades de estas.

Identificar las situaciones y detonantes de las emociones y las forma que se responde ante ellas.

Si ya nos resulta posible identificar las emociones dentro de nosotros mismos y hemos enseñado a nuestros hijos a hacerlo, el siguiente paso será identificar las situaciones y detonantes en torno a estas emociones y las respuestas que detonan para determinar el impacto positivo o negativo en nuestra vida social y emocional.

De esta forma es importante identificar las cosas que producen tanto sentimientos positivos como negativos. Se debe hacer un proceso consiente en el cual nos hacemos, tomando como ejemplo la ansiedad, cuestionamientos como los siguientes: Cuales son los momentos en los que experimento ansiedad? Que reacciones tengo cuando siento miedo? Que siento cuando manifiesto mi ansiedad? Cómo reaccionan los demás cuando manifiesto mi ansiedad?

Redireccionamiento de la emocionalidad

Una vez se logra identificar toda la situación adyacente a un sentimiento o emoción solo queda realizar los ajustes y prácticas que detonen las emociones positivas y obviar aquellas cosas y situaciones que disparan las negativas, gradualmente todo este procedimiento tenderá a hacerse de manera mas inconsciente, logrando llegar a un estado emocional óptimo.

La conciencia emocional dará plenitud a tu vida y la de tus hijos.

Si desea consultar los otros artículos de esta serie puede ir a la sección de educación emocional y afectiva