Es conveniente que todos conozcamos nuestro estilo de aprendizaje para poder disfrutar mucho más del estudio y que el aprendizaje se dé efectivamente, también es muy importante que conozcas el de tus hijos.
El conocer el estilo de aprendizaje afecta directamente un proceso que se llama metacognición, que es la reflexión consciente sobre lo aprendido y la forma como nuestros niños aprenden a aprender. Esto permitirá que puedan controlar su ambiente de aprendizaje, conocer sus puntos fuertes y débiles, como consumir diferentes medios para aprender, como trabajar en equipo, entre muchos otros beneficios.
Son cuatro los estilos de aprendizaje: activo, reflexivo, teórico y pragmático; ninguno es mejor que otro, simplemente es la forma en la que a cada persona le gusta aprender.
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Activo: Es el que se anima, se arriesga y es espontáneo. Participa activamente y con entusiasmo. Acepta ideas nuevas de manera más rápida.
Prefiere aprender siendo líder y trabajando en equipo para resolver problemas. -
Reflexivo: Es más analítico y prefiere detenerse y reflexionar. Observa las experiencias antes de adoptar un punto de vista.
Prefiere aprender a través de la investigación. la observación y reflexión son cruciales para su aprendizaje. -
Teórico: Antepone la racionalidad y la objetividad para evitar la ambigüedad. Prefiere sesiones de estudio metódicas y estructuradas que se basen más en la lógica.
Se fundamenta más en la discusión y la participación de sesiones complejas y estructuradas que se fundamentan en la pregunta y la respuesta. -
Pragmático: Prefieren trabajar haciendo proyecto o realizando ideas de su interés, es el que experimenta, es práctico y directo.
Prefiere aprender al identificar sus intereses y construir proyectos alrededor de estos y ejecutar su plan de acción.
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